Entre los principales retos de Pemex está la declinación de los principales yacimientos petroleros, los cuales se encuentran a su nivel más bajo en los últimos 10 años, así como la necesidad de reformar el sistema de pensiones, según evaluación de la empresa al término de los Foros de debate en el Senado.
Sobre la declinación de los principales yacimientos, sostiene que la etapa de petróleo "fácil y barato" llegó a su fin, pues el 77 por ciento de la producción actual proviene de campos en declinación.
Y estima que al término de la presente Administración, la producción de Cantarell será de entre 600 mil y 700 mil, lo que implica una reducción de 500 mil barriles diarios respecto de la producción actual.
Lo anterior, abunda, representa mayores costos de extracción del crudo, mayor tiempo para el desarrollo de los proyectos, e inevitablemente mayor complejidad tecnológica y de ejecución.
Para sustituir esta declinación son necesarios mayores requerimientos de perforación de pozos, dado que las dimensiones de los nuevos yacimientos que se han encontrado son menores a los ya conocidos.
"Las consecuencias de desarrollar nuevos yacimientos en zonas más inhóspitas serán múltiples", detalla el documento.
Agrega que este deterioro coloca a Pemex como la paraestatal del mundo con el nivel más bajo de reservas probadas, pese a tener el monopolio de los recursos mexicanos.
También acepta que la falta de recursos para exploración durante años, junto con el agotamiento gradual de las reservas probadas de fácil acceso como Cantarell explican el descenso que se está viviendo.
El principal yacimiento mexicano, y el tercero a nivel mundial, inició su producción en 1979 y desde entonces ha sido la principal fuente de producción del País.
Desde 2004 inició su proceso de declinación.
Fue en diciembre de 2003 cuando alcanzó su producción más elevada con más de 2 millones de barriles diarios de petróleo y a junio de 2008 su producción apenas rebasó el millón de barriles diarios.
La evaluación agrega que otro de los mayores retos que tendrá que superar la empresa es el de incrementar su capacidad de ejecución, porque tendrá que desarrollar un gran número de proyectos en materia de exploración, explotación y refinación de manera simultánea.
También alerta que al cierre del año pasado, el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos ascendió a 528 mil millones de pesos, lo que representa 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto nacional.
Esto obliga a la paraestatal petrolera a reducir costos y adecuar el sistema de pensiones para evitar que siga el deterioro de su patrimonio y asegurar las jubilaciones futuras, indica el debate.
Sobre la declinación de los principales yacimientos, sostiene que la etapa de petróleo "fácil y barato" llegó a su fin, pues el 77 por ciento de la producción actual proviene de campos en declinación.
Y estima que al término de la presente Administración, la producción de Cantarell será de entre 600 mil y 700 mil, lo que implica una reducción de 500 mil barriles diarios respecto de la producción actual.
Lo anterior, abunda, representa mayores costos de extracción del crudo, mayor tiempo para el desarrollo de los proyectos, e inevitablemente mayor complejidad tecnológica y de ejecución.
Para sustituir esta declinación son necesarios mayores requerimientos de perforación de pozos, dado que las dimensiones de los nuevos yacimientos que se han encontrado son menores a los ya conocidos.
"Las consecuencias de desarrollar nuevos yacimientos en zonas más inhóspitas serán múltiples", detalla el documento.
Agrega que este deterioro coloca a Pemex como la paraestatal del mundo con el nivel más bajo de reservas probadas, pese a tener el monopolio de los recursos mexicanos.
También acepta que la falta de recursos para exploración durante años, junto con el agotamiento gradual de las reservas probadas de fácil acceso como Cantarell explican el descenso que se está viviendo.
El principal yacimiento mexicano, y el tercero a nivel mundial, inició su producción en 1979 y desde entonces ha sido la principal fuente de producción del País.
Desde 2004 inició su proceso de declinación.
Fue en diciembre de 2003 cuando alcanzó su producción más elevada con más de 2 millones de barriles diarios de petróleo y a junio de 2008 su producción apenas rebasó el millón de barriles diarios.
La evaluación agrega que otro de los mayores retos que tendrá que superar la empresa es el de incrementar su capacidad de ejecución, porque tendrá que desarrollar un gran número de proyectos en materia de exploración, explotación y refinación de manera simultánea.
También alerta que al cierre del año pasado, el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos ascendió a 528 mil millones de pesos, lo que representa 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto nacional.
Esto obliga a la paraestatal petrolera a reducir costos y adecuar el sistema de pensiones para evitar que siga el deterioro de su patrimonio y asegurar las jubilaciones futuras, indica el debate.
Alma Hernández, Reforma, 23 de julio.
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