Cubanos rechazan el racionamiento

Cooperativas agrícolas y empresas estatales cubanas “renunciaron” a seguir recibiendo alimentos por la libreta de racionamiento que rige en el país desde hace 45 años o por el sistema de “consumo social”, informó ayer la prensa local.

La medida comenzó a aplicarse en la occidental provincia de Pinar del Río y se extenderá al resto de la isla, dijo el semanario Trabajadores en el inicio de una campaña de alta sensibilidad nacional, dirigida a eliminar las multimillonarias subvenciones estatales con las que el país se habituó a vivir.

El semanario explicó que las cooperativas “Raúl Maqueira y Pascual Martínez renunciaron a sus cuotas de arroz, frijoles y grasas subsidiadas por la canasta familiar para autoabastecerse con sus respectivas producciones”.

El sistema de subvenciones y gratuidades ha llegado a extremos como el de abastecer de huevos, por la libreta de racionamiento, a campesinos que toda la vida se alimentaron de sus propias gallinas.

A la vez, la empresa tabacalera Minas de Matahambre asumió una decisión similar con el arroz y los frijoles que, a precios simbólicos, le asigna cada mes el Estado, y en enero próximo hará lo mismo el Ministerio del Azúcar en la región, añadió el semanario.

Advirtió que “la provincia emprenderá de inmediato un proceso de discusión con los productores para los que deseen formalizar, de manera voluntaria, la dejación de las cuotas de arroz y granos” que se distribuyen centralmente.

Estimados del semanario indican que si todos los dueños de fincas y cooperativistas productores de arroz renunciaron a las cuotas de la libreta “se evitaría importar más de 3,500 toneladas” del cereal.

Cuba importa 85% de los alimentos que consume y casi la mitad de sus tierras cultivables están ociosas.

Mientras, Fidel Castro dijo que conversó largamente por teléfono con su amigo, el presidente venezolano Hugo Chávez, a pesar de que “uno sabe que el enemigo escucha”, según escribió en un texto publicado ayer en un medio digital local en alusión a Estados Unidos.

Por lo mismo, Castro, que en agosto cumplirá 82 años, dijo que “sólo por excepción” usa el teléfono aunque con Chávez habló sobre “más de 25 puntos de los que pueden tratarse por una línea telefónica internacional cuando uno sabe que el enemigo escucha”.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 29 de julio.

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