TUCUMÁN, Argentina.- Los Presidentes del Mercosur y sus Estados asociados rechazaron ayer la nueva ley de inmigración de la Unión Europea (UE), que permite la retención de indocumentados hasta por 18 meses, y a la que consideraron "xenofóbica".
En una declaración conjunta tras una cumbre realizada en la localidad argentina de Tucumán, los miembros del bloque subrayaron el compromiso con la promoción y el respecto irrestricto de los derechos de los migrantes.
Además, exigieron a la UE luchar contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia.
A la reunión asistieron los Presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros plenos del bloque; Venezuela, en proceso de integración, y Chile y Bolivia, con estatus de asociados.
Los Ministros de Relaciones Exteriores de México, Colombia y Perú asistieron como invitados.
En el sentido contrario a la llamada "Directiva Retorno" europea, que castiga con cárcel y deportación a los inmigrantes sin papeles, el bloque sudamericano aprobó la eliminación de los pasaportes entre los miembros de la región.
"El viento frío de la xenofobia sopla otra vez con las falsas respuestas a los desafíos de la economía y de la sociedad", declaró durante la reunión el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Por su parte, el venezolano Hugo Chávez dijo que Europa ha seguido el ejemplo de Washington y que su nueva ley migratoria es como levantar un virtual muro en el Atlántico.
"La Europa civilizada ha abierto y ha legalizado la barbarie (...) digna de las peores épocas en las que la barbarie imperó en el mundo", afirmó.
Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, coincidió con el venezolano y dijo que las nuevas reglas europeas son inadmisibles.
Contra el hambre
La reunión de alto nivel del Mercosur también giró alrededor de la crisis alimentaria que afecta al mundo.
Lula da Silva adelantó que en la próxima cumbre del G-8, en Japón, pedirá explicaciones a las potencias sobre su responsabilidad en la inflación en el alza de los combustibles y alimentos.
En una declaración conjunta tras una cumbre realizada en la localidad argentina de Tucumán, los miembros del bloque subrayaron el compromiso con la promoción y el respecto irrestricto de los derechos de los migrantes.
Además, exigieron a la UE luchar contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia.
A la reunión asistieron los Presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros plenos del bloque; Venezuela, en proceso de integración, y Chile y Bolivia, con estatus de asociados.
Los Ministros de Relaciones Exteriores de México, Colombia y Perú asistieron como invitados.
En el sentido contrario a la llamada "Directiva Retorno" europea, que castiga con cárcel y deportación a los inmigrantes sin papeles, el bloque sudamericano aprobó la eliminación de los pasaportes entre los miembros de la región.
"El viento frío de la xenofobia sopla otra vez con las falsas respuestas a los desafíos de la economía y de la sociedad", declaró durante la reunión el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Por su parte, el venezolano Hugo Chávez dijo que Europa ha seguido el ejemplo de Washington y que su nueva ley migratoria es como levantar un virtual muro en el Atlántico.
"La Europa civilizada ha abierto y ha legalizado la barbarie (...) digna de las peores épocas en las que la barbarie imperó en el mundo", afirmó.
Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, coincidió con el venezolano y dijo que las nuevas reglas europeas son inadmisibles.
Contra el hambre
La reunión de alto nivel del Mercosur también giró alrededor de la crisis alimentaria que afecta al mundo.
Lula da Silva adelantó que en la próxima cumbre del G-8, en Japón, pedirá explicaciones a las potencias sobre su responsabilidad en la inflación en el alza de los combustibles y alimentos.
Reforma, 2 de julio.
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