Los participantes de la consulta ciudadana no tuvieron que ser pacientes y esperar horas en filas para poder emitir su opinión, porque los tumultos e incidentes fuera de las casillas no existieron.
Tampoco agresiones ni manifestaciones en contra de este ejercicio por parte del Partido de Acción Nacional (PAN), cuyos dirigentes habían anunciado días antes la realización de encuestas de salida para evitar que se manipularan los resultados.
“No tenemos dinero para eso, andamos pobres”, señaló Mariana Gómez del Campo, dirigente del PAN en la ciudad de México.
En zonas de Benito Juárez y Miguel Hidalgo, delegaciones gobernadas por el PAN, la calma y ausencia de participantes fue evidente por las urnas con pocas boletas y el esfuerzo de los funcionarios de casilla para atraer votantes: “¿Ya votó? Pásele para que su opinión cuente y no dejemos que nos quiten lo que es nuestro”, les decían los promotores y encargados de casillas.
En Benito Juárez, la consulta coincidió con el ciclotón que cruzó Municipio Libre frente al parque de Los Venados; ahí algunos ciclistas bajaron de su vehículo para emitir su opinión.
“Yo estoy de acuerdo con la privatización para obtener mejores resultados en Pemex”, dijo Mario Sánchez.
En el mercado Portales, Araceli Septién no se detuvo para leer las preguntas debido a que “ya las conocía” y en automático tachó el No mientras decía: “Tenemos que defender el patrimonio”.
La realidad en Miguel Hidalgo, delegación panista, no fue muy distante. En Polanco, Lian aplaudió la realización de la consulta, a pesar de sentirse decepcionada de la manera de hacer política en el país; “lo malo es que se volvió una lucha de clases. Yo vine porque no quería que nadie me contara”.
En Prado Sur “estuvo muerto”, reportó una de las funcionarias de casilla al secretario de Finanzas local, Mario Delgado, quien llegó a la mesa durante su recorrido de vigilancia.
Tampoco agresiones ni manifestaciones en contra de este ejercicio por parte del Partido de Acción Nacional (PAN), cuyos dirigentes habían anunciado días antes la realización de encuestas de salida para evitar que se manipularan los resultados.
“No tenemos dinero para eso, andamos pobres”, señaló Mariana Gómez del Campo, dirigente del PAN en la ciudad de México.
En zonas de Benito Juárez y Miguel Hidalgo, delegaciones gobernadas por el PAN, la calma y ausencia de participantes fue evidente por las urnas con pocas boletas y el esfuerzo de los funcionarios de casilla para atraer votantes: “¿Ya votó? Pásele para que su opinión cuente y no dejemos que nos quiten lo que es nuestro”, les decían los promotores y encargados de casillas.
En Benito Juárez, la consulta coincidió con el ciclotón que cruzó Municipio Libre frente al parque de Los Venados; ahí algunos ciclistas bajaron de su vehículo para emitir su opinión.
“Yo estoy de acuerdo con la privatización para obtener mejores resultados en Pemex”, dijo Mario Sánchez.
En el mercado Portales, Araceli Septién no se detuvo para leer las preguntas debido a que “ya las conocía” y en automático tachó el No mientras decía: “Tenemos que defender el patrimonio”.
La realidad en Miguel Hidalgo, delegación panista, no fue muy distante. En Polanco, Lian aplaudió la realización de la consulta, a pesar de sentirse decepcionada de la manera de hacer política en el país; “lo malo es que se volvió una lucha de clases. Yo vine porque no quería que nadie me contara”.
En Prado Sur “estuvo muerto”, reportó una de las funcionarias de casilla al secretario de Finanzas local, Mario Delgado, quien llegó a la mesa durante su recorrido de vigilancia.
David Martínez, El Universal, 28 de julio.
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