El operativo de rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados por las FARC fue como de película, según el propio Ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos.
Los antecedentes de la acción militar se remontan a finales de abril de 2007, con el escape del oficial de Policía Frank Pinchao, quien, aprovechando una distracción de sus captores, logró evadir el encierro.
El testimonio de Pinchao, según el diario colombiano El Tiempo, fue clave para que, por primera vez, las autoridades obtuvieran información sobre las zonas donde se movía el frente rebelde a cargo de los cautivos.
Después, con las liberaciones unilaterales de rehenes a principios de este año, las fuerzas colombianas complementaron la información a partir de la cual se determinó un área, en el Departamento sureño del Guaviare, en la que se implementaría un cerco militar.
Con ayuda de la inteligencia estadounidense, según el propio Embajador de Washington en Bogotá, William Brownfield, el Ejército colombiano logró ubicar la posición exacta de los plagiados.
De hecho, en febrero las tropas tuvieron contacto visual con los secuestrados, a la orilla del río Inírida, pero no intentaron ninguna acción por razones de seguridad.
A partir de entonces se empezó a planear el operativo de rescate bautizado como "Jaque".
El Ministro Santos explicó que, tiempo atrás, el Ejército había logrado infiltrar a por lo menos un hombre en el primer frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), encargado de custodiar a los rehenes.
El infiltrado, según Santos, consiguió que el jefe rebelde "César" accediera a concentrar la mañana de ayer a los secuestrados -que estaban divididos en tres grupos- en una zona en medio de la selva ubicado a 72 kilómetros del poblado de San José del Guaviare.
De ahí, los plagiados serían llevados en un helicóptero de una supuesta organización humanitaria al sitio donde se encontraría "Alfonso Cano", máximo líder de las FARC tras la muerte de "Tirofijo", en mayo.
La nave era en realidad un helicóptero militar en el que viajaban dos pilotos y dos tripulantes que, según el testimonio de la propia Ingrid Betancourt, hablaban y se comportaban como guerrilleros y vestían camisetas con la imagen del "Che" Guevara.
Ocultos, nueve hombres de un cuerpo de élite del Ejército iba también en la nave.
"De pronto, en un golpe de fuerza neutralizaron a los comandantes guerrilleros (...), el jefe del operativo dijo: 'somos del Ejército nacional y ustedes están libres'", contó Betancourt a una radio militar en sus primeras declaraciones tras ser liberada.
Después, los 15 rehenes fueron trasladados a San José del Guaviare, y de ahí a la base aérea de Tolemaida, a 100 kilómetros de Bogotá.
Santos explicó que los militares no tuvieron que hacer ningún disparo y que, como parte del operativo, fueron detenidos "César" y otros tres guerrilleros. Otros más de 60 insurgentes fueron dejados libres.
El Ministro explicó, además, que existía un plan "B", en caso de fallar en el intento de rescate.
Según el funcionario, alrededor de la zona se habían desplazado por lo menos 31 helicópteros de la Fuerza Aérea y cientos de efectivos que, en caso de ser necesario, formarían un cerco para evitar que los guerrilleros pudieran huir con los cautivos. De esta forma, obligarían a que las FARC, mediante intervención internacional, accedieran a negociar la liberación de los rehenes.
Los familiares de los rehenes y organizaciones civiles siempre se opusieron a que se realizaran operativos militares para rescatarlos, por lo que el hecho de que no hubiera ningún muerto fue considerado como un gran éxito.
"Lo que hicieron fue sacarnos a nosotros sin un solo tiro, creo que esto es una acción de paz para Colombia. Podemos lograr la paz si confiamos en nuestras fuerzas militares", dijo Betancourt.
"Fue absolutamente impecable", añadió la ex candidata presidencial.
Los antecedentes de la acción militar se remontan a finales de abril de 2007, con el escape del oficial de Policía Frank Pinchao, quien, aprovechando una distracción de sus captores, logró evadir el encierro.
El testimonio de Pinchao, según el diario colombiano El Tiempo, fue clave para que, por primera vez, las autoridades obtuvieran información sobre las zonas donde se movía el frente rebelde a cargo de los cautivos.
Después, con las liberaciones unilaterales de rehenes a principios de este año, las fuerzas colombianas complementaron la información a partir de la cual se determinó un área, en el Departamento sureño del Guaviare, en la que se implementaría un cerco militar.
Con ayuda de la inteligencia estadounidense, según el propio Embajador de Washington en Bogotá, William Brownfield, el Ejército colombiano logró ubicar la posición exacta de los plagiados.
De hecho, en febrero las tropas tuvieron contacto visual con los secuestrados, a la orilla del río Inírida, pero no intentaron ninguna acción por razones de seguridad.
A partir de entonces se empezó a planear el operativo de rescate bautizado como "Jaque".
El Ministro Santos explicó que, tiempo atrás, el Ejército había logrado infiltrar a por lo menos un hombre en el primer frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), encargado de custodiar a los rehenes.
El infiltrado, según Santos, consiguió que el jefe rebelde "César" accediera a concentrar la mañana de ayer a los secuestrados -que estaban divididos en tres grupos- en una zona en medio de la selva ubicado a 72 kilómetros del poblado de San José del Guaviare.
De ahí, los plagiados serían llevados en un helicóptero de una supuesta organización humanitaria al sitio donde se encontraría "Alfonso Cano", máximo líder de las FARC tras la muerte de "Tirofijo", en mayo.
La nave era en realidad un helicóptero militar en el que viajaban dos pilotos y dos tripulantes que, según el testimonio de la propia Ingrid Betancourt, hablaban y se comportaban como guerrilleros y vestían camisetas con la imagen del "Che" Guevara.
Ocultos, nueve hombres de un cuerpo de élite del Ejército iba también en la nave.
"De pronto, en un golpe de fuerza neutralizaron a los comandantes guerrilleros (...), el jefe del operativo dijo: 'somos del Ejército nacional y ustedes están libres'", contó Betancourt a una radio militar en sus primeras declaraciones tras ser liberada.
Después, los 15 rehenes fueron trasladados a San José del Guaviare, y de ahí a la base aérea de Tolemaida, a 100 kilómetros de Bogotá.
Santos explicó que los militares no tuvieron que hacer ningún disparo y que, como parte del operativo, fueron detenidos "César" y otros tres guerrilleros. Otros más de 60 insurgentes fueron dejados libres.
El Ministro explicó, además, que existía un plan "B", en caso de fallar en el intento de rescate.
Según el funcionario, alrededor de la zona se habían desplazado por lo menos 31 helicópteros de la Fuerza Aérea y cientos de efectivos que, en caso de ser necesario, formarían un cerco para evitar que los guerrilleros pudieran huir con los cautivos. De esta forma, obligarían a que las FARC, mediante intervención internacional, accedieran a negociar la liberación de los rehenes.
Los familiares de los rehenes y organizaciones civiles siempre se opusieron a que se realizaran operativos militares para rescatarlos, por lo que el hecho de que no hubiera ningún muerto fue considerado como un gran éxito.
"Lo que hicieron fue sacarnos a nosotros sin un solo tiro, creo que esto es una acción de paz para Colombia. Podemos lograr la paz si confiamos en nuestras fuerzas militares", dijo Betancourt.
"Fue absolutamente impecable", añadió la ex candidata presidencial.
Reforma, 3 de julio.
0 Responses to "Arman rescate de película"
Publicar un comentario